dilluns, 12 de setembre del 2011
Santificado sea yo
He decidido santificarme, porque sí, porque lo hacen otros y yo no voy a ser menos. Podéis encontrar la estampita en la web de las monjas socorridas, auxiliadas y flageladas.
Para santificarse hay que seguir unos sencillos pasos:
- Vestir una túnica morada, en su defecto sirve un polo ( de marca), o una prenda que, a ser posible, no marque los pezones.
- Agenciarse una aureola dorada, las hay por doquier.
- Poner mirada Buzz Lightyear, es decir, hasta el infinito y más allá.
Esto es todo, ya podéis santificaros, sacrificar una cabra y más cosas que se os ocurra.
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
jajajajaja!!! benvingut al regne de la santedat! más buenos no los hay...
ResponEliminaAmén, hermana. Mi ídolo es Simon Templar.
ResponElimina