Después de ver Tokio Blues llegué a una conclusión : siempre hay una elección. Ser feliz o infeliz depende de uno mismo.
Es una película fría y seca, llena de nostalgia. Creo que la nostalgia es algo que sólo se permite el que ya no espera nada de la vida. Ufff! Hoy estoy más reflexivo de lo habitual, deben ser los cambios de tiempo que me alteran aunque yo diría que llevo un tiempo alterado.
hola david! eres david de rovira digital?
ResponEliminamuy bonitos los retratos :)
un saludo!